Los cielos de Laspaules. Una maravilla para la los astrónomos aficionados.
Cuando te alejas de las ciudades y la contaminación lumínica disminuye, descubres que las estrellas no son cuatro lámparas tenues que algún dios de la antigua mitología Sumeria puso de forma caprichosa.
Es algo más que eso. Estamos delante del mayor escenario que nos puede ofrecer la Naturaleza y el Cosmos donde la coreografía está formada por actores que interpretan, de forma ordenada y a la vez caótica, los papeles de planetas, estrellas, galaxias, nebulosas y otros cuerpos celestes.
Muchos lugares, cada vez menos, nos ofrecen estos espectáculos de luz y color. Pero uno en especial me conmovió hasta el punto que desde hace 20 años vuelvo siempre que puedo para instalar mi telescopio y disfrutar de momentos inolvidables. Hablo de Laspaules. Lugar de una pureza celeste excepcional, donde esas lámparas a veces se convierten en solo una. Es tal la abrumadora cantidad de astros visibles que hasta para el más experto a veces nos cuesta observar según que objeto. Si a todo esto le añadimos el hechizo del lugar envolviendo de un halo de misterio esas montañas, convierten en Laspaules en un lugar perfecto para la observación astronómica.
Jorge Onsulve