La delicada tarea de la poda

El trabajo de mantenimiento en un camping es algo fundamental. Siempre hay algo de lo que ocuparse, después de unas tareas vienen otras y así vamos recorriendo todas las estaciones del año. De ello depende la estética y la armonía del paisaje.

Ahora en otoño, después de un verano intenso, las parcelas quedan sin césped, peladas y acogiendo la incesante caída de hojas. En el camping Laspaúles cuando los chopos empiezan a clarear y se vislumbra su estructura y las ramas, es cuando empezamos los trabajos de la poda. Se dice que es un castigo para el árbol podarlos en primavera ya que entonces perderían mucha savia afectando al desarrollo y crecimiento del mismo.

Aconsejan hacerlo en invierno, pero dada nuestra altitud de 1430 m, si lo retrasáramos a diciembre, seguro que la nieve no nos dejaría terminar con los trabajos.

Hay que seleccionar las ramas que se deben cortar para que crezcan en la forma deseada, para que no supongan un peligro o para que no alcancen determinada altura... Y así se hace árbol por árbol hasta un total de sesenta. Pero la parte más complicada es maniobrar con el elevador entre las caravanas; hay que ir con suma delicadeza para no provocar ningún impacto en ellas ni en ningún otro elemento de los que se instalan en las parcelas.

La recogida de las ramas también constituye una laboriosa tarea, agruparlas en montones para después cargarlas al remolque y retirarlas del recinto. En definitiva, un constante trabajo de limpieza para dejar puro el terreno y preparar los ingredientes para una buen crecimiento en primavera.

Así es como la poda constituye una de las tareas esenciales dentro del mantenimiento de un camping. El objetivo de podar los árboles es mantenerlos sanos, fuertes y vigorosos para que nos proporcionen la tan deseada sombra en verano. Esperamos que podáis disfrutar de ella la próxima temporada.

 

Plan de recuperación, transformación y resiliencia
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