El Parque Nacional de Aigüestortes dispone de 2 rutas accesibles: una por la entrada de Boí (2 pasarelas de madera) y otra por la entrada de Espot. A las personas con tarjeta de discapacidad, en los puntos de información, se les entrega un carnet que permite la entrada hasta el parking, donde se puede dejar el vehículo.
Después se dirigen hacia la pista principal de tierra, cuyo allanamiento y compactación se han mejorado para facilitar el acceso a las sillas de ruedas.
Seguidamente encontrarán una pasarela, con una longitud de 450 metros. Ésta discurre por el centro de la altiplanicie de Aigüestortes, que hace unos cuantos miles de años era un lago que poco a poco se fue llenando de sedimentos arrastrados por el río hasta formar este espacio natural tan idílico.
Actualmente el río, cuando llega a este lugar tan llano, se separa en numerosos brazos de aguas transparentes y plácidas. El ruido más impetuoso del río principal, a la entrada de la pasarela, se transforma en un murmullo suave cuando atravesamos los pequeños riachuelos, que volverán a juntarse aguas abajo para formar la espectacular cascada de Sant Esperit y llenar el lago de Llebreta.
Las pequeñas islas que irán atravesando están cubiertas de pino negro, una especie de pino muy resistente capaz de soportar, incluso, las condiciones de permanente humedad del suelo. A pesar de que el antiguo lago haya desaparecido, el agua sigue estando presente, ocupando todos los poros del suelo.