En el Pirineo, en la comarca de la Alta Ribagorza, se encuentra una de las zonas más elevadas y aisladas del Pirineo catalán. Conserva uno de los conjuntos de arquitectura románica más bello, cuyo valor artístico ha sido reconocido por la UNESCO y declarado Patrimonio de la Humanidad, una herencia que supone un auténtico tesoro.
Este patrimonio cultural se une a la belleza del entorno y a los paisajes del Parque Nacional de Aigüestortes y del lago de Sant Maurici.
Cabe destacar también el balneario de Caldes de Boí y la estación de esquí, dos grandes atractivos para completar la visita a este gran valle.