En la cabecera de los valles pirenaicos existían los hospitales, lugares de descanso y refugio construidos para albergar a peregrinos y caminantes, comerciantes y viajeros, que cruzaban los puertos.
Los más documentados en el Pirineo son los que están relacionados con el Camino de Santiago o con los pasos de una vertiente a otra. En el caso de la valle de Benasque eran el hospital de Benasque y el de Bagnères de Luchon, en Francia.
El actual refugio es un magnífico hotel y un pequeño centro de interpretación que la Fundación Hospital de Benasque ha realizado para los visitantes.
En el exterior se puede disfrutar de un espectacular paisaje y actividades de montaña tanto en invierno (esquí nórdico) como en verano.