En el municipio, las Fallas del Pirineo alcanzan su máximo esplendor en localidades como Laspaúles, Villarrué y Suils, donde estas festividades adquieren un carácter distintivo y son esperadas con gran anticipación por sus habitantes y visitantes.
El ritual del encendido de la hoguera en un tozal, un punto elevado sobre la población, marca el inicio de una emotiva jornada donde la comunidad se une en torno al fuego y las tradiciones ancestrales. La descendencia de las antorchas desde lo alto hasta el núcleo de casas, iluminando el camino, simboliza la continuidad de una práctica transmitida de generación en generación, enriquecida con el paso del tiempo. La llama de la Tea seca, impregnada con el fervor de la celebración, ilumina la noche en una danza vibrante que culmina en la plaza central, donde se suceden los bailes, las peticiones de deseos y la cena popular, creando un ambiente de hermandad y convivencia que da la bienvenida al esperado verano.
Es en este mágico escenario donde se entrelazan la historia, la tradición y la comunidad, haciendo de las Fallas del Pirineo una experiencia inolvidable y una expresión vibrante del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En el camping Laspaúles terminamos la celebración de una manera muy especial, con una Cena de Hermandad donde damos la bienvenida al verano.
Encendemos nuestra pequeña hoguera, cenamos a su calor y terminamos la noche cada uno con los rituales heredados.